Lo sé. Soy consciente de que me vas a enviar a la mierda
Sí.
Es que quiero tu email.
Y lo quiero para así poder convencerte de que me contrates a mí y no al de enfrente.
Y te lo pido así. Tal cual. Sin sobornarte ni enjabonarte antes diciéndote que te doy a cambio el mejor ebook del mundo con los "7 Secretos del copy eficaz" o la masterclass bendecida por Jesucristo que te hará facturar más que Amazon en navidades.
Además, que eso es lo que hace casi todo el mundo y yo odio lo que hace todo el mundo. Y, de hecho, hacer las cosas diferentes a como las hace casi todo el mundo es, curiosamente, un caballo ganador prácticamente siempre (lee esto dos veces. Es una tremenda lección que te regalo en el día de hoy)
Total. Que si estás aquí es porque buscas un (buen) copywriter, ¿no?
Pues te pido tu email para demostrarte que estás en el lugar adecuado.
P.S. Te lo demuestro enviándote unos emails. Unos emails que cuentan ciertas historias que encierran valiosas lecciones para ti. La verdad es que, como te decía, lo hago para que te entren unas ganas irremediables de querer contratarme (entonces haré que a tus potenciales les entren unas ganas irremediables de contratarte).
P.P.S. Esto son los asuntos de los emails que te vas a encontrar cuando te apuntes ahora mismo:
- Es que te lo dejan a huevo para triunfar
- Anucio para la mujer vulnerable
- La lección de Charlie Harper y el ballet
- Cómo estafar a un capo de la mafia y vender la Torre Eiffel, dos veces
- La prostituta con grandes legañas
- Espectáculo en el club sado (Parte 1)
- Espectáculo en el club sado (Parte 2)
- (REAL) He soñado que vendía tremendo anuncio para una panadería
- Secretos de lo del panadero de ayer
- Así he ganado 6.000€ escribiendo un email de 253 palabras
P.P.P.S. Además, en cada uno de ellos encontrarás un enlace que te llevará a la historia medio rara medio bizarra de una conocidísima marca de salud dentífrica. Te dará grandes ideas para tu negocio. Cómo destrozo un típico anuncio haciéndolo tremendamente vendedor, también.
P.P.P.P.S. Puede que me quieras contratar antes de acabar esa serie de 10 emails. Aún así, léelos. Hazme caso